Antes de elegir un aroma tené en cuenta los siguientes tres puntos esenciales:
a) Lo que te gusta: Si prefieres aromas florales, frutales, de maderas, suaves o fuertes.
b) Lo que te queda: tu química corporal (pH) es determinante en el máximo o nulo desarrollo del perfume durante el día.
c) Lo que quieres expresar: la fragancia es un complemento de tu personalidad, es como una extensión tuya, de acuerdo a cómo te sentís; tierno, seductor, elegante, audaz, etc.
Cuando estés comprando un perfume, primero seleccioná tres fragancias de tu preferencia (floral, frutal, especiada, etc.) y aplicalas en tres zonas diferentes de tu piel. Esperá entre 10 y 15 minutos y los aromas se desarrollarán de acuerdo al pH de tu piel. Ahora sí, olelos y elegí el que percibas más suave.
Se dice que a las personas de tez blanca les quedan todo tipo de aromas a diferencia de las de piel oscura; sin embargo, esto es un mito, pues no existen perfumes para un tono específico.
Por el contrario, algunas pieles claras no pueden mantener el aroma en su cuerpo, así que para ayudarse necesitan usar el perfumado de base (jabones, geles, talcos, desodorantes y/o cremas corporales de la misma fragancia).
Para saber de qué familia de notas está elaborados los perfumes, es decir, maderas, frutas, especias, flores, etcétera, sólo hay que esperar unos minutos de su aplicación para que emanen la parte central de la fragancia.
Así te das cuenta que: si es fresco sus notas son verdes se trata de un perfume floral; o bien, si detectas cierta dulzura descubrirás que es frutal; si notas aroma a hojas, tallos o esa característica fragancia del bosque, es un perfume herbal. Si es un perfume amaderado se manifiestan aromas como el del incienso, ámbar, bejui o resinas. Sin embargo, el abanico de posibilidades es infinito, ya que no solamente las notas naturales forman un perfume, también contamos con las notas sintéticas, las cuales al mezclarse con las naturales crean miles de posibilidades olfativas.
Entre los miles de pensamientos respecto a la fijación de un aroma se encuentra que el estado de ánimo interfiere en la esencia del aroma, que si bien es cierto, no sólo este detalle es culpable, también el estrés, los alimentos, el café, el tabaco, al igual que el clima, ya sea frió o cálido pueden no desarrollar la fragancia en su totalidad.
Por último, aquí hay una lista de algunos tips para que elijas una fragancia de acuerdo a lo querés proyectar:
• Si querés verte moderna y divertida aplicá aromas frutales.
• Si querés destacar tu proactividad empleá aromas chipres, cítricos o ambarinos.
• Si querés expresar tu sensualidad las fragancias orientales y especiadas son las adecuadas.
• Si querés proyectar independencia, dinamismo o vitalidad definitivamente utiliza las herbales.
a) Lo que te gusta: Si prefieres aromas florales, frutales, de maderas, suaves o fuertes.
b) Lo que te queda: tu química corporal (pH) es determinante en el máximo o nulo desarrollo del perfume durante el día.
c) Lo que quieres expresar: la fragancia es un complemento de tu personalidad, es como una extensión tuya, de acuerdo a cómo te sentís; tierno, seductor, elegante, audaz, etc.
Cuando estés comprando un perfume, primero seleccioná tres fragancias de tu preferencia (floral, frutal, especiada, etc.) y aplicalas en tres zonas diferentes de tu piel. Esperá entre 10 y 15 minutos y los aromas se desarrollarán de acuerdo al pH de tu piel. Ahora sí, olelos y elegí el que percibas más suave.
Se dice que a las personas de tez blanca les quedan todo tipo de aromas a diferencia de las de piel oscura; sin embargo, esto es un mito, pues no existen perfumes para un tono específico.
Por el contrario, algunas pieles claras no pueden mantener el aroma en su cuerpo, así que para ayudarse necesitan usar el perfumado de base (jabones, geles, talcos, desodorantes y/o cremas corporales de la misma fragancia).
Para saber de qué familia de notas está elaborados los perfumes, es decir, maderas, frutas, especias, flores, etcétera, sólo hay que esperar unos minutos de su aplicación para que emanen la parte central de la fragancia.
Así te das cuenta que: si es fresco sus notas son verdes se trata de un perfume floral; o bien, si detectas cierta dulzura descubrirás que es frutal; si notas aroma a hojas, tallos o esa característica fragancia del bosque, es un perfume herbal. Si es un perfume amaderado se manifiestan aromas como el del incienso, ámbar, bejui o resinas. Sin embargo, el abanico de posibilidades es infinito, ya que no solamente las notas naturales forman un perfume, también contamos con las notas sintéticas, las cuales al mezclarse con las naturales crean miles de posibilidades olfativas.
Entre los miles de pensamientos respecto a la fijación de un aroma se encuentra que el estado de ánimo interfiere en la esencia del aroma, que si bien es cierto, no sólo este detalle es culpable, también el estrés, los alimentos, el café, el tabaco, al igual que el clima, ya sea frió o cálido pueden no desarrollar la fragancia en su totalidad.
Por último, aquí hay una lista de algunos tips para que elijas una fragancia de acuerdo a lo querés proyectar:
• Si querés verte moderna y divertida aplicá aromas frutales.
• Si querés destacar tu proactividad empleá aromas chipres, cítricos o ambarinos.
• Si querés expresar tu sensualidad las fragancias orientales y especiadas son las adecuadas.
• Si querés proyectar independencia, dinamismo o vitalidad definitivamente utiliza las herbales.
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